Comenzamos el Adviento, un camino que nos llevará a descubrir a Jesús, vulnerable e indefenso, en el pesebre, Dios hecho hombre que decide por amor hacerse uno de nosotros para indicarnos un nuevo modo de vivir. Juntos podemos lograr edificar un mundo de paz, de justicia y de esperanza.
Este domingo, primero de Adviento, la Palabra de Dios nos invita a estar alerta. Encontrémonos con nosotros mismos, descubramos que somos amados por Dios Padre, que nos pide que estamos atentos y predispuestos a cuidar y valorar a nuestros hermanos/as, principalmente los más vulnerables, y a proteger nuestra Casa Común, herida gravemente por el consumo desmedido.
En este primer domingo de Adviento, atención: Dios siempre te tiene algo que decir, escúchalo y atrévete a responder con generosidad.