Comenzamos una semana muy importante para todos los que formamos parte de la Familia carismática de Franciscanas Ana Mogas: la semana de Francisco y María Ana.
María Ana Mogas, desde el comienzo, quiere seguir al Señor al estilo de Francisco de Asís, eligiendo vivir el Evangelio según la Regla de la Tercera Orden Regular. Toma de su espiritualidad:
- El cultivo de la vinculación personal en fe y amor con el Altísimo Señor, Todo Bien, Sumo Bien, así como con su Hijo: «suma bondad que merece ser amada, de infinitos amadores si los hubiera».
- La vivencia de la fraternidad como proyecto de vida, desde la sencillez, la humildad y la acogida.
- Un estilo de vida apostólica vinculado a la tradición de la Tercera Orden, sirviendo a la Iglesia y al mundo.
- La importancia de la oración como instrumento de encuentro con Dios, para poder verlo a través de las personas, los acontecimientos, las criaturas,la naturaleza…
¿Cómo pudo aquel hombre del siglo XII inspirar a aquella joven 700 años después? María Ana, mujer de su tiempo, vio las necesidades de los que tenía a su alrededor, en especial de los más desfavorecidos. Por eso, comenzó un carisma en el que el cuidado del hermano/a y la educación a las niñas eran el centro de su obra, siendo nuestra fundadora y las hermanas mensajeras del amor de Dios. Así, encuentra en María, Divina Pastora, el ejemplo de entrega y servicio.
Hoy el carisma de María Ana sigue vivo en los lugares de misión de la Congregación y en los colegios de la Fundación Educativa Franciscanas Ana Mogas. Esta semana de celebración es un momento idóneo para dar gracias a Dios por el don recibido. Sus hijas, las Franciscanas Misioneras del Divino Pastor, recogieron el testigo de Maria Ana y nos lo entregan a cada uno de nosotros para que, en nuestro día a día, sigamos haciendo realidad su legado: “Caridad, caridad verdadera. Amor y sacrificio”.
¡Feliz Día de San Francisco!
¡Feliz Día de María Ana!